Con el paso de los años, algunos sentidos de nuestro cuerpo humano pueden verse deteriorados. Esto ocurre tanto en sentidos tan importantes como la vista o el oído que, por el paso del tiempo, se deterioran y pierden capacidad.
En este post de Benviure queremos hablarte acerca de la pérdida auditiva en las personas mayores ya que es una condición muy frecuente entre los ancianos y que se puede identificar y tratar fácilmente.
Es importante detectar esta condición cuanto antes para impedir que la persona mayor pueda quedar aislada de su entorno. Sin embargo, no siempre es sencillo detectar los problemas auditivos en las personas adultas ya que, al no presentar dolor ni molestias concretas, es normal que el paciente apenas se percate de esta situación.
No obstante, en cuanto se detecten los primeros signos de deterioro o los primeros problemas, es recomendable acudir al especialista para evitar que puedan surgir complicaciones más serias.
Aquí te descubriremos algunos de los síntomas que pueden desvelar que una persona está empezando a experimentar pérdida auditiva:
Los familiares y/o cuidadores de la persona mayor juegan un papel destacado para poder detectar si existe este problema en el sentido auditivo.
Si quieres saber cómo tratar la pérdida auditiva en las personas mayores debes tener en cuenta que, una vez ya se ha deteriorado este sentido, la manera más factible de combatir esta situación es mediante el uso de audífonos.
Estos aparatos conseguirán amplificar las ondas que reciben y, por tanto, permitir que la persona mayor pueda llevar una vida lo más normal posible.Siempre deberá de ser un profesional quien indique si ha llegado el momento de usar esta aparatología ya que, por lo general, solo se recomienda cuando la pérdida de audición es superior a los 30 dB.
Además, existen diferentes tipos de audífonos y tan solo un profesional podrá indicarnos cuál es el más adecuado para el caso que nos ocupa. Para ello, el experto tendrá en cuenta factores importantes como los que mencionamos a continuación:
Una vez se ha determinado el tipo de aparato que necesita, el profesional llevará a cabo un examen minucioso del paciente y determinará un periodo concreto de adaptación. En las primeras semanas, el adulto mayor deberá acudir a que le reajusten los valores y a que den con la frecuencia exacta que le permitirá vivir de forma óptima.